Alegoria

y si vuelven los perveros demonios
que habitan en tu boca
a coger mi lengua
y enlazarla a la tuya

y si de la cama se levantan
los fantasmas que habíamos enterrado
pero que la distancia en un gesto indiscreto
ha revivido

si de pronto,nos dejamos de rodeos
nos sentamos mas cerca
dejamos buscarse a nuestras manos
y luego nos levantamos sabiendonos perdidos

Y si no son mas que ideas locas
como luciernagas infernales
que revolotean en mi mente
encendiendo candelabros
pasiones impertinentes
que habiamos olvidado
y ahora mezclados con fantasmas y demonios
solo retornan.

Historia de la mujer y el amante

Dicen que te has marchado
dejando atrás las suplicas de tu amante
sin voltear siquiera
a ver sus labios arañar tu sombra

Dicen lo has hecho a grandes trancos
como si temieras
ser alcanzada por el remordimiento
o peor aún, por las tardes agonizando en su pecho

Lo que no dicen
es el hecho de que tu huida
tanto tiempo postergada
es un intento vano, un manotazo de ahogado
un artilugio de titiritero dirigido a la desperanza

Tampoco dicen
el velorio perpetuo en el cual anda tu alma
el peso inmenso de tu corazón ahora muerto,
la plegaria amalgamada que descansa sobre tus espaldas

Lo que no saben
es que entre desolados parajes
has encontrado por fin la calma,
decidida a envejecer
junto al recuerdo peregrino del amante perdido.
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En Busca de Zuly

Fui ayer a buscarte
al oscuro lugar donde trabajas
fui con la billetera cargadade simpaticos billetes de diez,
pedí la primera jarra de chela con agua
mientras el mozo coreaba tu nombre por el local
apareciste, fresca, con la sonrisa del tercer cliente,
te sentaste y te soplaste un vaso lleno
entonces, dime querido, cuando te acordaste que yo te gustaba
me escupiste en primera.
puxa muñeca, he estado ocupado,
además se me perdió tu número,
mientes bien,
luego de la segunda jarra, me hiciste guardar la billetera
y a pesar de no ser tu hora, aceptaste irte conmigo
cogimos un taxi, mientras nos cogíamos dentro
hiciste girar la llave, y entonces la ropa forzada mordaza
cayó desordenada para dejar hablar a nuestros cuerpos,
ahora que dormitas sobre mi brazo, pienso en la forma
mas cordial de decirte que debo ir a abrir mi negocio,
hasta la proxima dices, cierra la puerta con cuidado
no olvides llamarme, al menos para saludar
dame un beso y puedes irte, me pides
entonces ocasional compañera, escapo con la idea
de que tu me cobras los encuentros en cuotas de cariño.